A 35 años de la Reconquista de Malvinas El espíritu de la gesta

El día 29 al llegar la tarde se sabría, en la totalidad de las unidades de la Fuerza de Desembarco (Grupo 40.1) y de la Fuerza de Cobertura (Fuerza de Tareas 20), que el objetivo material de esa operación y por ende de todos los hombres que formaban parte, era la Reconquista de las Islas Malvinas, luego de 149 años de usurpación.

La Aviación Naval de entonces se organizó en tres grupos:

  • El Grupo Aeronaval Costero
  • El Grupo Aeronaval Insular
  • El Grupo Aeronaval Embarcado

Todos partieron de la situación normal de tiempo de paz a la de alistamiento máximo para posibles operaciones de combate en 48 horas, siendo todos durante esos días protagonistas de operaciones de protección y operaciones de combate.

Las primeras acciones con empleo de fuego directo se produjeron durante la Reconquista de las Islas Georgias del Sur en el mediodía del 03 de abril, cuando el helicóptero AI03 3-H-110 batió con fuego de apoyo la evacuación de un helicóptero Puma de la Aviación de Ejército derribado. Ese hecho generó actos de heroísmo y camaradería que serían el ejemplo a seguir durante toda la campaña.

Allí en ese instante se concretó en el crisol del combate, la esencia suprema de la actividad aeronaval, el trabajo en equipo.

Cada tripulación/dotación de la Aviación de la Armada, está compuesta por pilotos, copilotos, navegantes, ingenieros aeronáuticos, mecánicos, operadores de sensores, artilleros y personal civil entre muchos más.

Y si alguien quisiera mencionar como excepción los aviones monoplazas, cualquier miembro de la Aviación Naval le diría que en ese monoplaza el espíritu de equipo está desarrollado a su máxima expresión, baste sólo pensar que ese solitario Piloto aceptará sin dudar, cuando su Mecánico al despacharlo le diga, “avión listo”.

Imagínese, quien estas líneas lea, la silenciosa tarea de guiar un avión en operaciones de búsqueda de superficie o antisubmarina, cuando el Piloto debe confiar y seguir las instrucciones de su operador de sensores, sea este radarista, sonarista u operador de Guerra Electrónica.

O cuando en un avión de transporte, del porte que sea y al ras de las olas, se alcance el único aeródromo posible, para cumplir con la misión impuesta.

O cuando llevado por un helicóptero, un Nadador de Rescate arriesga lo más preciado, en pos de arrebatarle al mar una vida en peligro.

Esa fue la razón que guió la decisión de conmemorar el 04 de Mayo, como Día de la Aviación Naval, el trabajo en equipo y esa día tal vez develando al mundo capacidades de coordinación y ataque. de la que sólo las grandes potencias hacían gala hasta ese momento. El alistamiento del avión Super Etendart con su misil AM-39 y la coordinación de detalle con un avión explorador Neptune SP-2H, dieron sobradas pruebas de ello.

Pero si eso fue la guerra, que en un instante concentró todo el poder de defensa de la Nación Argentina sobre el oponente, que habrán pensado quienes sumergidos en el mar desde los días previos a ese cuatro de mayo, buscaban esperanzados en el horizonte. la señal de que una aeronave de la Armada acudía a su rescate, las expresiones de agradecimiento de los náufragos del General Belgrano son el más claro testimonio de esa búsqueda llevada a cabo por otro avión Neptune al extremo de la autonomía, sin posibilidades de regresar ante una falla de motor, por el claro compromiso de la tripulación toda y basado en el liderazgo y el espíritu de equipo.

Luego siguieron los ataques a la cabeza de playa de San Carlos y el apoyo cercano a las tropas del Ejército en Pradera del Ganso, donde la Aviación de la Armada fiel a lo ya narrado regó con sangre de jóvenes Alas Navales, las victorias sobre el enemigo de entonces.

Todo lo hasta aquí mencionado no se logra en un instante, ni por una orden del servicio, sólo se logra cuando el hombre reconoce en el otro, en quien está a su lado en esa misión, sus mismos valores, compromisos y entrega. Sólo se genera en infinitas horas de compartir el puesto de trabajo, las guardias, las formaciones militares, el entrenamiento y el esfuerzo físico en común, mirando y siguiendo el ejemplo de quienes los precedieron.

Esa historia común en 1982 también había sido sido forjada y acuñada de manera silenciosa por los casi 65 años que nuestro equipo llevaba de existencia, existencia fecunda en logros imponentes en cada época y también en no pocos sacrificios heroicos.

Hoy la Aviación Naval de la Armada Argentina conmemora el paso de los 35 años de las Operaciones de Reconquista de las Islas Malvinas, enmarcado a su vez por los 101 años de existencia dentro del corazón mismo de la Armada. Como dijera su actual Comandante, esperanzados en el cambio del viento y de marea.

Sea este nuestro más humilde reconocimiento a quienes lo dieron todo trabajando en equipo y quiera Dios que la experiencia acumulada sirva para guiar a los que impregnan hoy sus alas, siempre en silencio y contra toda adversidad, con la sal de ese mar que nos vio nacer a todos y donde todos hemos servido y donde los hombres y mujeres de la Aviación de la Armada sirven en el presente, a la Gran Nación Argentina.

2017 Instituto Aeronaval

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