La Delegacion Mar del Plata participo de la ceremonia del 2 de abril en el Municipio de Maipu

Sr Intendente Lic. Matías Rapallini

Sres. Concejales, Autoridades Ecleciásticas,Educativas, de Seguridad,Alumnos,

Sres. Padres:

2 de Abril de 1982—–2 de Abril de 2018, 36 años han transcurrido del enfrentamiento armado entre la República Argentina y el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que tuvo lugar en nuestras Islas Malvinas,Georgias y Sándwich del Sur.

Guerra que duro 74 días y en los cuales murieron 649 jóvenes soldados argentinos.

Por aquel entonces, me toco integrar la unidad de tareas 80.2.2. conformada por cinco (5) aviones Tracker S-2E y dos(2) Embraer EMB-111 Bandeirantes( 2P-201 y 2P-202) arrendados a la Fuerza Aérea Brasileña.

Estas aeronaves conformaban la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina, que desde la Estación Aeronaval Rio Gallegos, efectuaron operaciones de apoyo aéreo cercano y de información para protección de las áreas focales de Rio Gallegos, Rio Grande y Puerto Argentino.

Se volaba rozando las aguas de Atlántico,(50/100 pies es decir,15/30 metros sobre el nivel del mar)-, a fin de poder aproximarse a la flota inglesa bajo lóbulo de radar de alarma temprana de las corbetas y fragatas enemigas, cada tanto se ascendía el nivel de vuelo para permitir la emisión del radar propio y rápidamente descender para no ser ubicado, de esta manera se trataba de determinar posibles blancos propicios para un ataque o bien permitir visualizar el movimiento de los barcos ingleses.

Era una tarea que exigía la máxima concentración de cada uno de los integrantes de la tripulación, un error y éramos blanco de misiles o ataque de los aviones harrier de la Royal Navy.

De esta manera cumplí con once misiones en búsqueda de información y detección de la flota en cuestión.

Al ser designado para formar parte de esta unidad de tarea y volar los aviones bandeirantes como integrante de la tripulación, sentí una enorme emoción y nerviosismo al mismo tiempo, porque iba a prestar servicio a mi país en un conflicto bélico, hecho por el cual fui adiestrado durante muchos años, ahora era el momento de poner toda mi capacidad al servicio de mi patria.

Temor por las condiciones de vuelo, la adversidad del tiempo, por ser el bandeirante un avión no apto para cumplir con la misión encomendada, por no poseer armamento para su defensa, por carecer de elementos esenciales para volar en las condiciones que exigía la situación, como por ejemplo, botas dese heladoras para la rotura de las capas de hielo que se formaban en los bordes de ataque de las alas.

No obstante esto y otras condiciones impropias para este tipo de misión, se voló y se cumplió con las ordenes emanadas de la superioridad.

Desazón al enterarnos de la rendición del 14 de Junio, porque si bien se cumplió con las órdenes recibidas, no se logró el objetivo propuesto.

Un incontenible dolor por las pérdidas de vidas humanas, de jóvenes soldados de mi patria que lucharon y murieron por defender nuestro territorio. Honor y gloria para estos nobles camaradas.

Se volvió a la paz, a la normalidad de las tareas, a continuar con nuestros estudios, carrera, al hogar pero, ya nada fue como antes, sentí una sensación de vacío, de olvido, de ignorancia y me di cuenta que toda esa lucha, esa guerra vivida, fue en vano, en parte porque las islas seguían en poder de los ingleses, en parte porque mi gente, la que estuvo lejos de este conflicto, vivo la guerra como algo remoto y ajeno a sus intereses, mientras sus hermanos morían en tierras malvineras y en las frías aguas de Atlántico Sur. Al volver a nuestros asientos naturales, fuimos recibidos con total indiferencia y hasta se nos catalogó como los locos de la guerra.

No importa esa incomprensión, ese olvido, si importa la patria, si importa que hoy todo haya cambiado y se conmemore este día 2 de Abril como el Día del Veterano y Homenaje a los caídos en el Conflicto del Atlántico Sur, porque por sobre todas las cosas permite sembrar en los corazones de estos jóvenes que hoy nos acompañan, la semilla que en el futuro habrá de germinar para que sean ellos los que logren por medios pacíficos, lo que nosotros no pudimos por medio de la guerra, es decir, que la bandera argentina vuelva a flamear en Puerto Argentino, altiva y orgullosa en lo que por derecho es nuestra patria.

Aprendan jóvenes de las enseñanzas del pasado, para que sean ellas vuestras guías en el futuro y logren de esta manera incorporar el territorio perdido a nuestra soberanía.

En ustedes deposito mis esperanzas e ilusión para que ello se pueda lograr.

Mientras tanto 649 almas permanecen en vigilia eterna en tierra y mar que fueron, son y serán por siempre argentinos.

VIVA LA PATRIA.

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